Palabras Vacías

Te especializaste en ellas. En hablar interminable sin respirar, ni decir nada que te expusiera. Buscabas auditorios diferentes y desmemoriados, historias de las historias de otros, siempre de otros, nunca propias.
Como Ícaro puse cera en mis oídos.
Apabullada, ese día por fin entendiste tu propia historia.

Tragedia

El aroma del amor ha desaparecido de las calles, desplazado por un tóxico olor a feromonas.
Algunos dicen “te amo”, sin recordar muy bien qué significa, pero satisfechos, porque es una muestra de buenos modales y educación.
Se obligan a decirlo en público, y tal vez de tanto repetirlo, terminan por creerlo.

Indicaciones para mi propia despedida

Si la muerte me visita y antes de partir quisiera: 

  1. Una placa de bronce con mi nombre grabado.
  2. Una lápida de mármol tornasolado.
  3. Un sello de lacre.
  4. Una bandera plegada.
  5. Una marcha triunfal con coros y solistas.
  6. Una banda de jazz de New Orleans.
  7. Un grupo de plañideras enfundadas en látex negro.

8- Un rabino, un cura y un pastor. Biblia en mano recitando salmos.

9- Un viejo amigo que lea un panegírico

          alabando una vida ejemplar.

  1. Cien soldados disparando al aire.
  2. Un notario que por escritura pública garantice otra vida.
Hi Gracián

En 1647 Gracián acuño la conocida frase “Lo bueno si breve dos veces bueno” que completaba diciendo: “Y aun lo malo, si poco, no tan malo”. Seguramente no pensaba en sexo cuando lo dijo.

O tal vez si. Y el dicho es autobiográfico.

Bueno y breve dos veces bueno. Malo y poco no tan malo.

Parece que los dos aforismos son poco aplicables a la vida erótica. O por lo menos eso es lo que pensó Clara cuando me dijo -con la cara apoyada en el codo y expresión furibunda.

-¿Hasta cuando? 

Se refería al escasísimo tiempo que había transcurrido entre la penetración y mi orgasmo.

-¿Pero fue bueno, no? -alcancé a vocalizar- Lo bueno si breve, dos veces bueno -dijo Gracián.

Fueron mis últimas palabras antes de que Clara sacara una maleta del closet y me la estampara en la cara.

Vencido

No te des por vencido ni aún vencido. Fácil de decir, difícil de sostener, porque como decía un viejo amigo en la era pre-Viagra, la diferencia entre el miedo y el terror es simple. Tienes miedo porque no se te para en un segundo intento, mientras que te atrapa el terror si no se te para en el primero.
Pero, sin embargo hay algo peor llamado pánico, que sucede cuando en medio de un bello encuentro con movimiento intensos y jadeos múltiples tu erección desaparece misteriosamente. Y ella te mira silenciosamente entre compasiva y rechazante.

Triángulo

Para muchos varones el triángulo es la figura geométrica perfecta con la que sueñan desde la adolescencia, pero a la que pocos acceden, algunos por vergüenza, otros por temor, pero la mayor parte por no encontrar voluntarias.

Hace ya algún tiempo me preguntaste citando al poeta
¿Que se ama cuando se ama?
Ese día no supe contestarte. Hoy, ya más maduro, si repitieses tu pregunta tengo la respuesta.
¿Que se ama cuando se ama?
Nada.
Una fantasía, una ilusión, un fantasma.
Por eso.
No hay que deprimirse demasiado si alguien te dice
No te amo.

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