Me siento atraída/o hacia otras personas. o mi pareja parece sentirse atraído hacia otras personas

El problema con este tópico no reside en que sea de por sí negativa la atracción transitoria hacia otras personas, en realidad es un hecho sumamente corriente, como lo son las fantasías eróticas. El conflicto se produce cuando esta atracción es notablemente mayor o reemplaza a la que se siente por la propia pareja. si al principio de una relación la mirada externa puede valorizar los atractivos físicos o de conducta del compañero, en esta instancia en que todo parece limitado, carente de energía o de pasión, aparecen fantasías de substitución de la relación original por otra más excitante, interesante o adrenalínica.

Tenemos cada vez menos cosas en común

Esto sucede porque las personas cambian en sus gustos, ideas y proyectos. En ese proceso no hay un acompañamiento mutuo. Estas parejas separan sus mundos de interés y acción y no logran hacerlos coincidir en punto alguno. sólo se sienten vinculados a través de los hijos y los temas que se refieren a la cotidianeidad.

Mi pareja es demasiado exigente y posesiva conmigo

La exigencia y la rigidez restringen la autonomía y la capacidad de afecto. Esta situación coloca a uno de los dos, o a ambos, en una actitud de supervisión activa permanente. Es frecuente ver a estas parejas involucradas en un esquema de defensa y ataque, aunque la exigencia suela disfrazarse de interés, en realidad aparece para el otro como control y descalificación.

El tema de la posesividad encierra el miedo que algunas personas tienen a la libertad del otro, sienten irracionalmente que ello amenaza la solidez del vínculo, por eso desarrollan estrategias de vigilancia sobre los actos de su pareja. un ejemplo específico de ello se ve en el artículo referido a los celos.

Mi pareja no entiende mis necesidades, ni me apoya

El tema de las necesidades se ubica en una delicada balanza donde uno de los dos puede pensar que entrega lo máximo de sí y recibe lo mínimo anhelado. las demostraciones de afecto, ternura, interés desaparecen para ser reemplazadas por demandas. Para muchos las necesidades de su pareja son una incógnita. nunca se han preguntado sobre lo que su pareja requiere para sentirse feliz.

Él o ella no me dedica suficiente tiempo

En el comienzo de una pareja suele establecerse una línea de prioridades compartidas por ambos, esta apunta al fortalecimiento del vínculo amoroso y la intimidad. Todos sentimos alegría cuando la persona elegida nos muestra interés y piensa en nuestras necesidades, ello nos lleva a actuar de forma complementaria aumentando el placer de compartir. En cambio cuando las prioridades se desplazan hacia otras opciones, como los amigos, los hijos o el trabajo, se genera una restricción en las oportunidades de estar juntos y se limita asimismo la calidad de la convivencia.

Estoy aburrido o aburrida de mi relación

El aburrimiento o la “lata” sucede cuando la emoción desaparece en las relaciones. Esta sensación se produce ante la percepción de que todo se repite de modo más o menos uniforme, y que alguno de los dos se hartó de proponer cambios. En el artículo “te quiero pero no te amo “ se resume esta situación.

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